El oro vuelve a ser uno de los bienes más preciados.
Los mercados se han convertido en el ‘salvaje oeste’ en su búsqueda incansable de oro.
El oro siempre ha sido el refugio más seguro de las fortunas desde el principio de los tiempos y en nuestra era tan tecnológica no es una excepción. En el pasado 2016 se han alcanzado máximos históricos de cotización del oro, llegando incluso a los 1288 dólares por cada onza.
La cantidad total existente de oro extraído de la Tierra cabe en un depósito del tamaño de una piscina olímpica, o medio campo de fútbol (Las dimensiones serían aproximadamente en 5 metros de altura y 50 metros x 50 metros en cada lado). Si se repartiera este cuadrado casi perfecto de oro disponible entre todas las personas que habitamos la Tierra tan solo nos corresponderías un tercio de onza por persona (aproximadamente 10 gramos).
Otro dato significativo es el aumento de la demanda de este metal amarillo, incrementándose en 2016 un 21%. Como indica el estratega de Citi José Luis Martínez, no sólo es relevante este incremento sino que es interesante hacer especial observación a los sectores que están demandando oro. Durante el año pasado, sectores que a priori, parecen los propicios para el consumo de oro como la joyería, los bancos o la tecnología han disminuido la demanda de este metal precioso y, sin embargo, es en el sector de inversiones donde más ha crecido la demanda de oro.
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